lunes, 16 de junio de 2008

Berriel mutila Tindaya [La Gaceta]

El malogrado escultor Eduardo Chillida (San Sebastián, 1924-2002) tuvo un sueño: “Hace años tuve una intuición, que sinceramente creí utópica. Dentro de una montaña crear un espacio interior que pudiera ofrecerse a los hombres de todas las razas y colores, una gran escultura para la tolerancia”.

Y la onírica idea trató de materializarse en un rincón de Canarias. “Un día surgió la posibilidad de realizar la escultura en Tindaya, en Fuerteventura, la montaña donde la utopía podía ser realidad”, escribió el artista vasco en 1996 acerca de un terreno sagrado para los antiguos aborígenes majoreros. Sin embargo, la tramitación del proyecto por parte del Gobierno de Canarias derivó en uno de los mayores escándalos de presunta corrupción en el Archipiélago, con causas judiciales aún pendientes y sentencias contrarias al Ejecutivo ya dictadas, hasta convertir el "sueño" en pesadilla.

Y, ahora, el consejero autonómico de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, Domingo Berriel, decide recortar el Proyecto Monumental en la Montaña de Tindaya aprobado por el Consejo de Gobierno en enero de 2007. Según consta en el expediente administrativo de público acceso, Berriel Martínez emitió una orden a mediados del pasado abril para “asumir la competencia como órgano sustantivo para la aprobación del proyecto” y, al mismo tiempo, “delimitar” el ámbito de las actuaciones previstas en el término municipal de La Oliva, con el resultado de una reducción sustancial del plan original.

Aunque el departamento autonómico ya elaboró el estudio de impacto ambiental sobre el proyecto completo y sometió el informe al preceptivo periodo de exposición pública, la nueva delimitación territorial de las actuaciones obligaría a reiniciar el proceso con el consiguiente retraso en la Tramitación del expediente. Sin embargo, la Consejería de Medio Ambiente optó por evitar la demora mediante el inicio de un trámite de consultas, con un plazo de tres meses, a las instituciones públicas y personas físicas o jurídicas afectadas por el proyecto, procedimiento que pretende además “subsanar una deficiencia” administrativa detectada en el actual expediente.

El proyecto global de Tindaya incluye la ejecución de diversas actuaciones asociadas a la escultura ideada por Eduardo Chillida y actividades de restauración del entorno en un radio de 5 kilómetros alrededor de la montaña, retrasadas ahora por el recorte del plan completo ejecutado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial desgobierno de Canarias. Entre otras obras, el proyecto se olvida por el momento del centro de acogida para visitantes y sus vías de acceso, así como el parque arqueológico para proteger los abundantes yacimientos en la zona. Restauración de canteras abandonadas y de ruinas rurales, eliminación de escombros, adecuación de las actuales vías y la regulación del uso ganadero completan las actividades vinculadas al proyecto monumental.

El proyecto modificado amenaza con invalidar la totalidad de la exposición pública anterior, con evidente riesgo de paralización del expediente ante una eventual denuncia en los juzgados por defectos formales. Según Eduardo Chillida, “la escultura ayudaba a proteger la montaña sagrada". El gran espacio creado dentro de ella no sería visible desde fuera, pero los hombres que penetraran en su corazón verían la luz del sol, de la luna, dentro de una montaña volcada al mar, y al horizonte, inalcanzable, necesario, inexistente…”Sin embargo, aún persiste la oscuridad sobre el proyecto.

sábado, 7 de junio de 2008

Los grabados podomorfos

En la Montaña de Tindaya se han localizado un total de 213 grabados distribuidos en 57 paneles y otras 29 siluetas en bloques sueltos - hoy desaparecidos- distinguiendose tres tipos de motivos principales:

• 1.- Siluetas de pies humanos - como motivo mas representado y sujeto a variaciones morfológicas - aparecen aislados, agrupados por parejas e, incluso, unidos por incisiones comunes a dos siluetas. Están delineados en su contorno - con un tamaño medio de 20 cm - y en uno de sus lados menores existen trazos cortos y paralelos que representan los dedos.

• 2.- Figuras de tendencia rectangular y ovoidea, tanto por parejas como en agrupaciones mayores, consideradas como figuraciones mas abstractas de pies humanos - sin indicación de los dedos - o como sandalias. Su interpretación sería similar a los anteriores, con los que se hallan asociados en las estaciones del Norte de Africa.

• 3.- Las escasas figuras geométricas reticuladas, que habría que entenderlas como representaciones de pies unidos en sucesión y no como figuras completas.

• 4.- También existen motivos que no conforman figuras geométricas claras, siendo interpretados como grabados informes, no concluidos, fragmentados o borrados por la erosión y los líquenes.

Los grabados se hallan distribuidos en una serie de pequeñas cornisas en una extensión de 250 metros cuadrados, dispuestos verticalmente en los escarpes traquíticos o en bloques horizontales, destacando el conjunto localizado en la plataforma cimera de la montaña, cuya superficie plana se ve interrumpida por un pequeño afloramiento conocido como el altar. La técnica empleada en su ejecución suele ser el repicado, de profundidad variable, siempre acusado y con anchura media comprendida entre 0'5 y 1'50 cm.

Además de los grabados, en las laderas próximas a los paneles ha sido recogido algún material arqueológico de superficie, dispersado por el arroyamiento: patellas y conchas pulidas, fragmentos cerámicos de pasta muy depurada y fina (poco común en Fuerteventura) y profusamente decorada, que podría indicar una funcionalidad más orientada al mundo ritual que al ámbito doméstico; así como restos de hogares sin filiación segura.