lunes, 6 de agosto de 2012

Domingo Martínez Berriel (Verdes de Fuerteventura): “el proyecto monumental de Tindaya es un disparate y una aberración”

Domingo Martínez Berriel, portavoz de Los Verdes en Fuerteventura, lamentó en el programa La Trapera de Radio San Borondón que nuestra tierra siga liderando los datos de pobreza y paro a nivel estatal mientras los dirigentes políticos siguen sin establecer prioridades para paliar el actual drama social que se vive en Canarias. 

 Si España está mal y Canarias aún peor por culpa de la crisis, Fuerteventura no se queda atrás dentro de la islas, porque no debemos olvidar que es una isla que no tiene ningún tipo de industria y todo se ha basado en el sector turístico, amparado en el sector de la construcción, de ahí que la situación en la isla sea muy complicada por la brutal caída de la construcción. 

 Si bien es cierto que los turistas siguen eligiendo Fuerteventura para pasar sus vacaciones, no menos cierto es que se hicieron más camas de las recomendables teniendo en cuenta la capacidad turística de la isla, con lo que hay muchos apartamentos y hoteles que se quedan prácticamente vacíos, lo que unido al parón en el sector de la construcción, al llevado a la economía insular al abismo más preocupante. 

 Martínez Berriel dijo que en estos momentos Fuerteventura es una isla muerta porque se han perdido muchos miles de trabajos que impiden que la economía doméstica mejore, dicho lo cual afirma que no se entiende cómo a pesar de que mes tras mes los datos del paro nos sitúan en la cabeza del estado español en desempleo se sigue apostando por el modelo desarrollista totalmente equivocado, como por ejemplo apostando por el insostenible proyecto de Tindaya. 

  Para el portavoz de Los Verdes, el proyecto monumental de Tindaya es un disparate y una aberración, al margen de que ha sido una de las mayores estafas al pueblo majorero en la etapa democrática, porque económicamente es insostenible y medioambientalmente un atentado, sin embargo y en plena época de crisis nuestros dirigentes siguen empecinados en ejecutar la obra, pero no se les ve ningún interés en atender al cada vez más elevado número de ciudadanos en riesgo de exclusión social y sobrepasando los índices de pobreza. 

 A pesar de la crisis, los dirigentes políticos solo piensan en grandes obras, como la autovía que dividirá la isla de norte a sur en dos partes como una jarea, cuando bastaba con mejorar algunos tramos de las carreteras existentes, mejorando las comunicaciones de las islas sin despilfarrar un dinero que hace falta para los servicios esenciales. Para Domingo Martínez, mientras en el mundo se apuesta por la sostenibilidad y los coches eléctricos, en Canarias todavía seguimos instalados en las obras faraónicas como dicha autovía que no supone sino la apuesta por un modelo insostenible, el vehículo privado y el consumo de gasolina, razón por la que insiste en que no tiene sentido que en la época que estamos sufriendo se esté haciendo una autovía para ahorrar unos minutos desde Corralejo a Jandía. 

 Para el político majorero, esta no es época para malgastar el dinero público en infraestructuras innecesarias sino para invertir el que haya en cuestiones básicas como la Sanidad, la Educación y los servicios sociales esenciales, hay que gastar el dinero en aquellas políticas que reactiven el empleo y la economía, por lo que considera una locura que se siga instalado en la cultura del desarrollismo.

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