viernes, 27 de diciembre de 2013

De Tindaya que se encargue el PSOE [Fuerteventura Limpia]

Mario Cabrera, consciente del desgaste 'por la izquierda' que supone la continuación de semejante despilfarro, ha encargado al PSOE la enésima liquidación jurídica de la Montaña. En concreto a Juan Jiménez (Consejero de Cultura), un político lo suficientemente sumiso para recibir todas las tortas. Los de 'Más Nunca' están de asamblea, o algo así.

La anterior apreciación no tendría mayor sentido si no fuera porque sus compañeros de partido en el Parlamento, Belinda Ramírez y el Portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Manuel Fajardo Palarea - más conscientes de la chapuza en la que se ha convertido el PMM de Tindaya, aunque sin posicionarse totalmente en contra -, defendieron que el proyecto de Eduardo Chillida "no es prioritario en estos momentos" y no debe recibir "ni un euro más", según pueden leer en la siguiente nota de prensa

De lo anterior se deducen dos conclusiones, o el PSOE quiere estar en misa y repicando o están secuestrados por su pacto con CC. Mientras tanto, el Gobierno de Canarias le echa la culpa al contrato que se firmó el 24 de febrero de 1999 siendo consejeros los populares Gabriel Mato, María Eugenia Márquez y Lorenzo Suárez (click aquí).

Y otros 25 millones de euros siguen sin aparecer. Además, económicamente costará, por lo menos 76 millones euros, más que todo el presupuesto del Cabildo Insular para el año 2014, cuando Fuerteventura tiene muchas carencias en infraestructuras educativas, sanitarias, sociales, de justicia, de viviendas sociales.

La delimitación de Bien de Interés Cultural, incluye Grabados Rupestres de la Montaña de Tindaya, y con la categoría de Zona Arqueológica. 

El expediente del BIC se basa en el informe de D. Fernando Álamo Torres encargado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, denominada "Prospección Arqueológica sin sondeos en la Montaña Sagrada de Tindaya". Sin embargo, la Consejería de Cultura y Patrimonio del Cabildo de Fuerteventura, recorta aún más el informe. 

Es irritante la obstinación del Consejero Juan Jiménez en que se trata de una "intervención artística, cultural, etc.". Entiende el Consejero que la intervención artística en la Montaña de Tindaya supone el empleo de voladuras, el uso de maquinaria y equipos mineros, y la extracción de 200.000 m3 de piedra. 

En el último informe sobre el estado de conservación del bien, dado a conocer por la arqueóloga María Antonia Perera y redactado en septiembre de 2000, se advierte de ladestrucción y desaparición de gran cantidad de paneles y de grabados y el deterioro de buena parte de los significativos poblados de la base, en su cara sur y oeste.

De hecho, la delimitación interesada del BIC entiende que los grabados podomorfos se encuentran exclusivamente en la cima, cuando también existen yacimientos funerarios de poblados aborígenes en la base de la Montaña.

Un elocuente ejemplo de lo que les interesa la cultura, es el propio diseño que se hace de los contenidos museográficos del futuro Museo, o Centro de Acogida de la Montaña de Tindaya (en la imagen): casi el 70% de la parte expositiva a la vida y obra de E. Chillida y menos del 30% a los valores naturales y culturales propios de la Montaña.

lunes, 9 de diciembre de 2013

El proyecto de Chillida para Tindaya busca inversores [Txema Santana - El País]

El monumental proyecto que Eduardo Chillida programó para la montaña de Tindaya en La Oliva, Fuerteventura, parece moverse en medio de la apatía y de tropiezos judiciales. El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) emitió un sentencia que paralizaba el proyecto en base a la condición de Bien Interés Cultural de la que gozan los restos aborígenes en forma de podomorfos que coronan la mística cima del pueblo canario prehispánico. Tras una reunión entre el Cabildo de Fuerteventura y el Gobierno de Canarias, ambos tomaron la decisión de no recurrir la sentencia. La acatarán, pero modificarán la delimitación del Bien de Interés Cultural. 

 La sentencia no entra en el fondo del proyecto ni cuestiona la obra de Eduardo Chillida, sino que entiende que la herramienta de entorno de conservación utilizada por el Gobierno de Canarias era ilegal y por tanto no válida para salvar el proyecto de Chillida, que no interfiere en los podomorfos, pero sí en su entorno. El ejecutivo regional entendía que estableciendo ese perímetro lo salvaría, pero erró, según el TSJC. 

 Aún no hay inversores para llevar a cabo este megaproyecto que se ejecutará con dinero privado, aunque los derechos artísticos queden en manos de una Fundación participada por el Ayuntamiento de La Oliva, Gobierno de Canarias, Cabildo de Fuerteventura y la familia del fallecido artista. Luis Chillida, hijo del reconocido artista vasco, comentaba tras conocer la sentencia que “es el único proyecto que mi padre nos encomendó y si se hace se tiene que hacer bien”, aunque reconoce que la evolución del mismo está en manos de sus servicios jurídicos. 

Claudina Morales, alcaldesa de La Oliva, al norte de Fuerteventura, ha pedido a la institución insular que sea expeditiva en la resolución del perímetro del Bien de Interés Cultural para que cuanto antes se pueda avanzar en la ejecución del proyecto, que aún se encuentra en un estado bastante inmaduro. El Cabildo estima que “en dos o tres meses” podría estar listo el nuevo perímetro del Bien de Interés Cultural, que a su entender daría rienda suelta a avanzar con el proyecto monumental de Tindaya. El Gobierno de Canarias también busca inversores sin suerte por ahora. 

Fuentes de las distintas instituciones implicadas han confirmado reuniones con algunos capitalistas internacionales sin llegar a acuerdos, “no es un momento sencillo, pero es un proyecto, que por su ubicación y trascendencia internacional se rentabilizaría en un periodo de plazo no extenso”, según indican técnicos que siguen estas negociaciones. El valor de la inversión podría estar algo por encima de los 75 millones de euros, según las cantidades estimadas en el proyecto que tiene la institución insulare en su poder.